Este servicio consiste en la higienización de cisternas y tinacos mediante un sistema de
                                 lavado a presión acompañado de un proceso de desinfección y cloración. Una cisterna sin el debido
                                 mantenimiento puede convertirse en el hábitat propicio para todo tipo de gérmenes y agentes patógenos,
                                 desde lodo y óxido, hasta insectos y animales muertos, pasando por un sinfín de bacterias y hongos.